miércoles, 2 de diciembre de 2015

Editorial de La Nación sobre la lucha contra la Mafia y el trabajo de La Otra Trama

En el día de hoy, el diario La Nación dedicó su editorial al tema de la lucha contra las mafias en Argentina y América Latina. En la nota, se destaca el trabajo de La Alameda y la Red Alas, además del de La Otra Trama.
A continuación, reproducimos el texto completo del artículo.


Ejemplos de la lucha contra la mafia 
Así como Libera es en Italia un arquetipo de combate al crimen organizado, existen expresiones de la sociedad civil que son modelos en nuestra región


Las actividades ilegales y delictivas sobre los Estados tienen dos matrices: la corrupción interna a través de dirigentes que, llegados al poder, forman asociaciones ilícitas que capturan a los Estados desde adentro, y la mafia organizada que, por medio de sobornos a integrantes de los tres poderes, se asegura la impunidad necesaria para delinquir por fuera de las estructuras estatales. Ambas estrategias coexisten y, en algunos casos, se potencian, lo cual obliga a la sociedad civil a organizarse para luchar contra la corrupción y el delito organizado Un exitoso ejemplo ocurrió hace 20 años en Italia, donde se originó Libera, que hoy agrupa a 1600 organizaciones sociales de ese país que luchan contra la mafia. Sus programas recuperan la memoria, fomentan la toma de conciencia sobre los estragos que provocan las actividades mafiosas, capacitan para prevenirlas y colaboran en la sustentabilidad de las actividades económicas a partir de los bienes confiscados a los delincuentes. Entre 1992 y 1993 la mafia asesinó a los jueces que impulsaban la mayor investigación antimafia de la historia italiana, conocida como Mani Pulite. Esto generó una masiva protesta social, similar a las ahora difundidas manifestaciones de los "indignados". Aquella protesta fue iniciada por una ciudadana que colgó una sábana blanca de la ventana de su casa como forma de expresar que no era parte de la mafia. A las pocas horas, muchísimas viviendas se tiñeron de blanco. Frente al visible y generalizado malestar ciudadano, Luigi Ciotti, un sacerdote con extensa trayectoria social, se preguntó qué se podía hacer desde la sociedad civil. La primera idea fue formar una organización, pero ya había muchas y el problema era que el poder de la mafia se infiltraba en esas estructuras, por lo que propuso formar una red. En 1995, se conformó entonces Libera. El espacio fundado en Roma, integrado en su mayoría por organizaciones sociales vinculadas con la Iglesia, se planteó como primera acción un objetivo bien concreto que fue impulsar la ley que regulara la confiscación de los bienes de la mafia. Fue una idea simple pero eficaz. Alcanzado ese objetivo y sancionada la norma, la estrategia pasó a ser la lucha de la sociedad civil contra la mafia sobre la base de la memoria, la prevención y la incidencia en políticas públicas. El tráfico de drogas (heroína, cocaína, cannabis, marihuana, éxtasis) es la primera entrada de la facturación de las bandas criminales. Según el informe sobre drogas a nivel mundial, realizado por las Naciones Unidas en 2007, este mercado criminal cuenta con más de 230 millones de consumidores en todo el mundo. Europa representa el segundo mercado de drogas global después de América del Norte. Para reingresar los millones de dólares producto de actividades mafiosas y del delito organizado a la economía formal se crean sofisticadas técnicas conocidas en Italia como reciclaje ­generalmente definido como lavado de dinero­, que fue el nombre introducido en el Código Penal italiano en 1978 para describir el proceso mediante el cual la riqueza ilícita (dinero, bienes y valores) se oculta, lava y luego reinvierte en circuitos de la economía legal. La trata de seres humanos, a pesar de la promulgación de leyes y convenios internacionales, plasmada en el tráfico de personas y otras formas de esclavitud relacionados con ésta, no sólo nunca desapareció de la historia, sino que se amplió a todos los continentes. Las víctimas sometidas al tráfico de seres humanos son migrantes, en particular mujeres y niños, que dejan sus países en Asia, África, América latina y Europa del Este en busca de una mejor expectativa de vida. Estas personas, que generalmente huyen de la pobreza, la guerra, la persecución y los regímenes no democráticos, son esclavizadas laboralmente en industrias como la textil o la agricultura, o son obligadas a ejercer la prostitución. Para combatir a la mafia, Libera impulsó la iniciativa popular que sancionó la norma que le permite al Estado incautarse de bienes de los mafiosos para destinarlos a uso social. Se calcula que hay en Italia 1600 empresas incautadas a la mafia, de las cuales 80 fueron reutilizadas. Más allá de esa cantidad, Libera comprendió rápidamente que frente a la escala que cobraba la mafia era fundamental mostrar hechos concretos de que la sociedad civil organizada podía combatirla. En América latina, Libera inspiró a entidades que luchaban contra la mafia a articularse en un espacio colectivo. Algunas de derechos humanos con las que tenía lazos más otras vinculadas a la Fundación Avina se organizaron en 2014 para crear la Red Alas, surgida para contrarrestar las violaciones de derechos humanos, la delincuencia organizada, la corrupción, la impunidad, la violencia y la economía criminal en nuestra región. Alas está presente en nuestro país, Colombia, Ecuador, México, Brasil, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Bolivia, Perú y Honduras, con organizaciones que se dedican principalmente a la investigación, a la asistencia de víctimas de violación de derechos humanos, a periodistas amenazados y víctimas de trata, y a la generación de procesos de incidencia política y social, así como a la defensa y promoción de los derechos humanos y a la difusión de una cultura de paz, legalidad y justicia social.
Particularmente en la Argentina, la que inició el camino del combate democrático al delito organizado fue la organización social La Alameda, a la cual nos hemos referido numerosas veces desde esta columna editorial, por ser un espacio que no sólo ha instalado en la opinión pública y en la agenda política el tema del delito organizado, sobre todo en trata de personas, trabajo esclavo y narcotráfico, sino que también ha denunciado penalmente a quienes se benefician con las actividades ilegales. Otro espacio colectivo a nivel nacional es la red La Otra Trama, que presenta estudios sobre la situación del delito organizado en el país. La organización Contadores Forenses, por su lado, ha impulsado un petitorio en Change.org solicitando a las autoridades que impulse normativas para quitarle poder económico a las mafias. Todos son ejemplos de cómo la sociedad civil puede organizarse para que se pueda combatir a la mafia sin derramar una gota de sangre.


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