En el día de hoy, se publicó el trabajo de investigación "Los perros del narco" - como es crecer en una economía dominada por las drogas en la ciudad de Córdoba.
A continuación, una breve presentación del especial multimedia que Fopea presenta en el marco de La Otra Trama.
En la misma
mesa donde se corta la droga, la Policía se encuentra con los cuadernos con las
tareas escolares a medio hacer. Un chico consigue su primer trabajo: salir a
segundear. Segundear, verbo, acción de acompañar a otro que vende, lleva o trae
drogas. Otro tiene 18 y ya es un veterano, que toma desde los 11, vende desde
los 14 y ahora, que es padre, se quiere retirar. Un transa, un
cura, militantes barriales, los médicos que ven los abusos de drogas. Con voces
y datos diversos, que no se quedan en el relato policial/judicial, “Los perros del narco”,
especial multimedia realizado por los periodistas Edgardo Litvinoff, Juan
Carlos Simo, Juan Manuel González y Ary Garbovetzky y editado por el Foro
de Periodismo Argentino (Fopea), narra cómo es crecer en
economías dominadas por las drogas en Córdoba.
El trabajo de
investigación, publicado en investigacionesfopea.com y abierto
para su publicación en medios de todo el país, es parte de la iniciativa La Otra Trama.
En la ciudad
de Córdoba hay 23 barrios con calles controladas por las redes de tráfico y
microtráfico de drogas, es decir que hay un alto nivel de tráfico, con pocos y
pequeños dealers, pero organizados, con un control del espacio público y
de la violencia. A su vez, hay otros 40 sectores que tienen negocios
narcos en transición o aún desorganizados. El año pasado, el 81 por ciento de
los homicidios cometidos en la ciudad se produjeron en alguno de estos 60 barrios,
donde la droga parece actuar como un “permisor delictivo”, un desinhibidor de
las soluciones violentas a los conflictos.
La cantidad
de menores con medidas judiciales en la mayoría de esos 23 barrios con
actividad narco encendió señales de alerta en el Gobierno provincial: de los
1.793 adolescentes con medidas judiciales en la ciudad de Córdoba, casi el 40
por ciento (701) vive en un barrio donde el narcomenudeo está presente de
manera organizada o en vías de hacerlo. Si se suman los menores que viven en barrios
aledaños, de fronteras confusas, ese porcentaje crece.
La
preocupación de las autoridades es una constante: está presente en quienes
trabajan en la prevención, en la rehabilitación de adictos y con los chicos
judicializados.
–Los narcos
van comprando casas contiguas para hacer cocinas, se comunican por los patios
traseros. Muchos chicos empiezan en esos lugares armando los paquetitos. Les
pagan con droga, para que a su vez ellos la vendan– cuentan, desde los barrios
más afectados.
En los territorios
de la actividad narco hay un código propio. “Cambiaron las reglas del barrio. Y
eso cambia las formas en las que uno puede acercarse a los chicos”, se lamenta
una militante. En esas economías, en esos juegos con reglas propias, ya sea por
una acción deliberada o por omisión, se crea la zona liberada para que funcione
el sistema, con complicidad o aceptación pasiva de las fuerzas de seguridad.
Las familias de
los narcos conocidos son intocables: todos las conocen, pero nadie se mete.
Son, además, grandes sostenes de las economías hogareñas y no hay nadie que no
les deba un favor: plata para un remedio, juguetes para los chicos, camisetas
para el equipo de fútbol... Uno de ellos es famoso porque en su cumpleaños
corta la calle e instala grupos de cuarteto para la fiesta. Todo el barrio está
invitado. Se come, se toma, se fuma.
Un cura que
tiene un taller de herrería para construir una alternativa a la inclusión
económica que ofrecen los narcos, describe así el contexto: “El narcotráfico ha
ido ocupando un espacio muy fuerte. Los narcos grandes buscan a uno para que
venda, a otro para que guarde, otro que cuida la cuadra (tero)... y a la
gente que no pueden captar le van haciendo favores para captarla: le pagan la
fiestita de 15 a la chica, les instalan un bañito…Pasó de ser
simplemente un mercado a ser una red social”.
Cómo citar este trabajo
Los medios
que deseen publicar el contenido pueden hacerlo con la condición de comunicar
su voluntad a fopea@fopea.org y atribuir fuente del
siguiente modo:
La versión
original de este trabajo está disponible en www.investigacionesfopea.com. Fue realizada
por Ary Garbovetzky, Juan Manuel González, Edgardo Litvinoff y Juan Simo
gracias al financiamiento de “La Otra Trama”, un espacio de organizaciones de
la sociedad civil enfocadas en acciones contra el crimen organizado en la que
participa el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA).
No hay comentarios:
Publicar un comentario